Hoy publico el capítulo 100 de «Cómo comenzar a vender online» y me parece un momento estupendo para volver la vista atrás. No con tristeza, ni mucho menos, pero sí con sinceridad; para ver qué cosas han funcionado y cuáles no, para intentar seguir ayudándote con mi experiencia y ahorrarte, al menos, alguna que otra caída. Si volviera a empezar me encantaría que alguien me hubiese dicho lo siguiente:
«Sólo te arrepientes de las cosas que no has hecho» es una frase que, seguro, has oído una y mil veces pero no por ello deja de ser menos cierta. Y en lo que concierne a un negocio online más todavía. Mañana es tarde y la perfección no existe. Lo que hoy puede ser un éxito mañana igual no funciona. No lo dejes escapar. Si tienes una idea corre a por ella y lánzate.
Cada uno tiene un ritmo y no debes sentirte presionado por los demás pero no esperes al momento en el que te parezca que ya estás listo porque te aseguro que entonces será demasiado tarde. Las cosas nunca son absolutamente perfectas y está bien evolucionar e ir puliéndolas con el tiempo. El éxito llega pero tarda y, mientras lo esperas, te parecerá una eternidad pero no dejes nunca de currártelo.
Jamás comiences un negocio que no te apasione. Durante esas temporadas de sequía y desesperación será lo único que te hará mantenerte firme. Créeme, las satisfacciones son muchas y se comparten y gritan a los cuatro vientos pero lo que no ves, los lloros, las noches en vela, el trabajo sin descanso, las ideas fallidas, las ventas ruinosas,… también ocurren y no te las cuentan. Has de estar preparado. Ama lo que haces.
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No pares nunca. Aunque te parezca que has llegado, aunque estés satisfecho. Si te estancas, si no evolucionas, vas muriendo poco a poco. Siempre hay otro nivel. No te hablo sólo de dinero. No todos ambicionamos lo mismo. Fuérzate siempre a ir un paso más allá. Sal de tu zona de confort. Lo que siempre has querido, lo que tanta ilusión te hace, por lo que siempre has luchado está ahí fuera.
No dejes de ser tú. Es tu arma más poderosa. Aunque creas que no eres suficiente, que nadie te va hacer caso, aparta esos pensamientos y da la cara. Puedes hacer lo que te gusta y, por el camino, ayudar a muchísima gente que está buscando justo lo que tú tienes. No envidies a nadie y tampoco los subestimes; nadie llega lejos si no se lo merece. Seguro que algo están haciendo bien, fíjate y aprende.
Invierte en tu negocio. Aunque no estés seguro, aunque te mueras de miedo, hay que apostar fuerte por tus ideas. Puedes hacer muchas cosas solo pero tener ayuda te ahorrará tiempo y a la larga dinero.
No olvides a los que te tiendan la mano y, por supuesto, nunca dejes de ofrecer tú la tuya. Todos comenzamos en algún momento y que alguien confíe en ti es el mejor de los regalos.
Y sobre todo y ante todo, disfruta del camino.