Cada vez que se acerca el final del año nos entran a todos las ganas de analizar lo que han supuesto estos doce meses para nuestro trabajo y nuestra vida y de preparar lo que está por llegar.
En mi caso 2017 ha significado encontrar el sitio en el que encajaba la pieza que me ha permitido, por fin, sentirme cómoda en el lugar exacto en el que me encuentro. A veces nos empeñamos en negar lo evidente, lo que para otros parece tan obvio y nosotros no queremos ver.
Hoy me vas a permitir un consejo. En este mundo online hay tres cosas que tienes que tener meridianamente claras si quieres triunfar:
- Los números no engañan. Da igual lo romántica que sea tu visión del negocio, necesitas marcarte objetivos medibles y luchar para conseguirlos.
- El que da primero da dos veces. Es decir, si tienes una idea ya estás tardando en ponerte en marcha. No dejes que otro se te adelante.
- No te quedes en la superficie, no quieras ser generalista y ser uno más. Tienes que destacar de alguna manera y no tener miedo a perder clientes por el camino porque eso no ocurrirá.
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Te cuento mi historia y por qué recuperar tus pasiones y aceptar lo que siempre ha estado ahí es una parte importante del camino a recorrer.
Y tú, ¿haces análisis de lo que ha ocurrido en el último año? ¿Te sirven estas conclusiones para decidir tus próximos pasos? Estoy deseando saber más…
Hola, Pepa:
¡Por fin un poco de sentido común, entre tanta «visualización» y «persecución de sueños». Estoy totalmente de acuerdo con los tres factores que enumeras porque son los que determinan el éxito on y offline. Si los números no cuadran, no tengo un negocio; tengo un hobby caro. Si me entretengo puliendo hasta el último detalle y tardo demasiado en lanzar, otro lo hará antes que yo (el perfeccionismo es el enemigo del emprendimiento) y si no puedo ofrecer un servicio de calidad, diferente a los que ya hay en el mercado, ¿por qué querrían comprarme a mí y no a cualquier otro?
Son las tres patas del éxito y los tres factores a analizar para crear una estrategia ganadora.
Gracias por recordármelo. Un abrazo.
Gracias a ti María por tu comentario.