Antes de que continúes leyendo, un aviso: esta es la segunda parte del post que publiqué la semana pasada y que puedes leer aquí.
Ya te había contado que, desde mi punto de vista, hay 5 pilares fundamentales o bases sin las que tu negocio online se acabará resintiendo. Y hoy vamos a analizar los números 3, 4 y 5.
El canal
También puedes pensar en él como el medio o la forma a través de la cual te vas a comunicar con tus potenciales clientes. Obviamente no tiene por qué ser un solo canal, puedes usar varios aunque el tiempo y la experiencia te acabarán demostrando que quien mucho abarca poco aprieta.
Hoy en día tienes mil formas de hacer llegar tu mensaje al público adecuado como por ejemplo una página web, un blog, vídeos, libros, un podcast, redes sociales,… Tienes que ser consciente de dos cosas principalmente; la primera es que en esto, como en casi todo, existen las modas y lo que hoy parece lo último, aquello sin lo que nadie existe, puede desaparecer mañana mismo. La segunda es que debes ver qué se te da bien y también qué te cuesta menos trabajo. Sí, queremos triunfar, en eso estamos de acuerdo, pero tampoco hace falta sudar sangre, sobre todo si no es necesario.
¿Qué quiero decir con esto? Que si te encanta escribir vayas a ojos cerrados a por un blog, que si lo tuyo es hablar pienses en un podcast o vídeo, que si te encanta la fotografía busques el canal que te permita expresarte de esta forma.. Serás más tú y conectarás mejor con la gente a la que quieres atraer.
Si prefieres escucharme puedes hacerlo desde el reproductor que está justo debajo o suscribiéndote de forma gratuita a «Cómo comenzar a vender online» a través de iTunes.
Tu producto o servicio
Ya te lo había dicho, cada uno de estos escalones descansa sobre el anterior, lo que quiere decir que no puedes decidir tus productos o servicios sin antes no tener clarísimo cuál es tu pasión, quién es tu cliente ideal y a través de qué canal vas a llegar hasta él.
En realidad, si te paras a pensarlo, casi tendría que salir solo. ¿Qué necesita esa persona a la que le hablas? ¿Qué problema le puedes solucionar? ¿En qué le puedes ayudar?
Una vez que contestes a estas preguntas tendrás casi seguro en mente qué es lo que debes ofrecer. Luego depende de ti y de tus preferencias o habilidades la forma que le quieras dar. Las posibilidades son infinitas (y no, no es una exageración): consultoría, mentoring, cursos presenciales, cursos online, encuentros, grupos de trabajo, libros, cuadernos de trabajo, productos de artesanía,… Si puedes imaginarlo puedes hacerlo.
Y una vez vistos los 4 puntos anteriores es cuando cometemos el error de pensar que ya está todo hecho. Y llegan las frustraciones y decepciones. No vendes, ¿por qué?
Mantén la rueda rodando
Un negocio, online o físico, depende de sus clientes. Necesitamos mantener un flujo constante para que nuestras posibilidades aumenten. Esto, llevado al mundo digital, significa que tienes que hacer un esfuerzo titánico por mantenerte en el ojo y en la boca de todos.
Básicamente tienes que promocionarte. Tienes que hacer que los medios disponibles y a tu alcance trabajen para ti. Tienes que idear un plan que te permita ofrecer contenido de forma constante.
Una gran mayoría de los negocios fracasan llegados a este punto, después de haber realizado la parte más dura. Perdemos fuelle y nos rendimos.
No puedes dejarlo ahí. De momento ya sabes qué puntos hay que tener en cuenta y listos. Ahora nos toca ponernos manos a la obra. ¿Sigues conmigo?
Me gusta mucho como explicas las cosas, yo no vendo nada, pero te sigo.
Estás palabras es solo para felicitarte del camino que llevas es el correcto para los emprendedores que están empezando.
Felicidades!!
Gracias Miguel Ángel!